Las proteínas desempeñan un papel fundamental en la nutrición animal. Sin embargo, cuando su suministro es desequilibrado, se produce un exceso de excreción de compuestos nitrogenados, lo que provoca pérdidas económicas y causa impacto ambiental debido a la contaminación de suelos y fuentes de agua. La producción de metano entérico por los rumiantes también ha entrado en el foco de las discusiones ambientales, lo que ha presionado la búsqueda de estrategias dietéticas dirigidas a reducir los impactos ambientales de la producción animal, buscando el máximo rendimiento y rentabilidad de la ganadería.